Es una enfermedad de
origen inmunológico en la que se producen anticuerpos en contra de los
melanocitos, células encargadas de la producción de melanina, como consecuencia
de esto los signos clínicos de mayor gravedad se presentan en órganos pigmentados
de forma densa, la úvea y la piel.
La enfermedad es
descrita en el perro y en el hombre con algunas diferencias, en el caso del
hombre generalmente hay manifestaciones de inflamación en sistema nervioso, sin
embargo los problemas neurológicos son infrecuentes en el perro, en este los
signos más dramáticos y de primera aparición son oculares, un ojo rojo, con inflamación
conjuntival y uveítis en grados variables, desde una uveítis anterior estéril, hasta una panuveitis
granulomatosa, que si no es controlada a tiempo puede llevar a cataratas,
glaucoma secundario y desprendimiento de la retina con ceguera permanente,
razón por la cual la interconsulta con un oftalmólogo veterinario es
importante, a los pocos días suele haber despigmentación de los parpados labios
y nariz, simétrica y progresiva, en muy pocos casos puede haber presencia de
ulceras y costras, si la enfermedad avanza puede desarrollarse despigmentación
generalizada de la piel y el pelo en animales de capa pigmentada, Algunas razas
son afectadas con mayor frecuencia, Huski Siberiano, Akita, Golden Retriever,
Ovejero Ingles, Chow Chow, Fox Terrier, Fila Brasilero, entre otros. El
diagnóstico definitivo se fundamenta en la biopsia mucocutanea principalmente
de labios y nariz.
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Paciente con despigmentación de la nariz, labio y parpado, uveítis aguda bilateral. Imagen exclusiva oftalmovetdeleon |
La ceguera debe
prevenirse con tratamientos intensivos una vez que se diagnostica la uveítis,
las lesiones dermatológicas son de menor peligro y con repercusiones más estéticas. El manejo inicial de la
uveítis se puede realizar con Glucocorticoides tópicos y sistémicos, con el uso
de Loteprednol en solución oftálmica en combinación con inmunosupresores como
la Ciclosporina A en ungüento oftálmico, hemos observado mejorías rápidas aun
en casos graves de panuveitis, el uso de Tropicamida como coadyuvante del
tratamiento de base es indispensable. Esta terapia tópica se acompaña de
Prednisona oral a dosis de inmunosupresión, a las dos semanas ya la evolución
debe ser favorable, en este caso se inicia una disminución de la dosis y
posología de los fármacos a fin de conseguir una dosis de mantenimiento que
mantenga al paciente controlado y con la menor cantidad de efectos adversos
inducidos por esteroides, en caso de una falla en la medicación se recomiendan
algunos fármacos alternativos como la triamcinolona o betametasona depot en
inyección subconjuntival, en pacientes refractarios a terapia sistémica se
puede considerar el uso de Azatioprina.
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Paciente en el dia primero de su diagnostico y después de 12 días con tratamiento. Imagen exclusiva oftalmovetdeleon |
El futuro de estos
pacientes es incierto, la naturaleza de la enfermedad expone al paciente a
recaídas y a una vida con medicación continua o estacional, los efectos
adversos de los fármacos inmunosupresores exigen un control periódico de la bioquímica sérica y
el hemograma, no es una enfermedad común, pero se debe establecer una sospecha
diagnostica cuando se presente uveítis bilateral en ausencia de infecciones, tóxicos
y traumas, aparición súbita concomitante con despigmentaciones de piel y mucosas.